Cuando eres pequeño y quieres ayudar en la cocina y hacer un pastel, lo único que puedes hacer para divertirte sin liarla demasiado es… ¡montar claras!
Esta era la tarea, que siempre me encomendaba mi madre: «¡levanta las claras a punto de nieve!», era un momento mágico y maravilloso.
De repente, el líquido baboso se convertía en una mezcla suave, blanda y algodonosa. Rápidamente y sin que nadie se entere, lo pruebas y…¡Tacháaaan momento de gloria y dulzura máxima!
Adoro el merengue y todas sus variedades, no puedo evitar fliparme cada vez que veo claras a punto de nieve, cada vez que hago un merengue suizo, italiano o francés…da igual…¡Todos son lo más para mi!
Pero este merenguito te llevará al infinito. Así es la tarta de limón y merengue de Claradou. Suave, esponjosa y muy rica.Es un bizcocho relleno de crema de limón y cubierto con merengue italiano.
MMMM ¡Mamma miaaa! ¡Es lo que tiene que me encante tanto montar claras, que luego sale un merengue DI-VI-NO!